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Cerca de dos mil personas despidieron a los jugadores de la selección de fútbol belga, al tomar el avión con destino a Zagreb, donde el viernes disputarán un partido contra Croacia que podría clasificarlos para el Mundial de Brasil.
Según el periódico Le Soir, que cita fuentes oficiales, entre 2.000 y 3.000 personas, entre los que se encontraban algunos miembros del Ejecutivo federal belga, como el ministro de Asuntos Exteriores, Didier Reynders, se congregaron en el aeropuerto de Zaventem para despedir a los jugadores.
Los futbolistas belgas embarcaron en un avión especialmente decorado para la ocasión con los colores de la bandera del país y con el escudo de los "diablos rojos".
Bélgica es líder de su grupo de clasificación y podría asegurar su presencia en el Mundial de Brasil con un empate frente a la selección de Croacia el viernes en Zagreb.