Perú llegó a la Copa América 2015 para defender el tercer puesto conseguido en Argentina en 2011, aunque las sensaciones no eran las mejores: con un entrenador que comenzaba su trabajo y un equipo sin demasiado oficio, se pensó que la blanquirroja no podría hacerle frente a grandes equipos como Brasil y Colombia en la fase de Grupos.
Escribe: Renzo Alberto Dulanto
Pero la historia le depararía una sorpresa a la afición peruana. Luego de una campaña destacada, Perú obtuvo por segunda vez consecutiva la medalla de bronce, y dejó una gran impresión con un juego de asociación, rápido y consistente.
El comienzo
Si bien la selección cayó por 2 a 1 frente al Brasil de Neymar, quedó una buena sensación. El equipo no se tiró para atrás y siempre intentó llevar peligro a la defensa verdeamarella.
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Anotarle un gol a Brasil a los dos minutos, más que emocionar a la afición, la sorprendió. El gol dejó a Perú algo asustado, pero firme en su tarea defensiva. Los de Dunga llegaron algunas veces más, pero sin provocar peligro. Hasta que llegó el minuto 92. Un balón que llega a Neymar, quien pone ese pase magistral para Douglas Costa, y este define a disposición para poner el 2-1 final. El gol fue una cachetada, un baldazo de agua fría.
Con uno basta
El segundo encuentro fue igual o más difícil. Ante Venezuela se tenía que sacar por lo menos un punto para llegar al último partido con chances. En un cotejo en el que parecía que el equipo llanero era más, la expulsión de Fernando Amorebieta en el minuto 29 le cayó como anillo al dedo a Perú, que tomó el protagonismo y finalmente logró un triunfo épico. Tres puntos para Perú, que con el empate ante Colombia ya estaba en segunda fase.
Sin goles y adentro
Y precisamente, en ese encuentro con Colombia, se consiguió lo esperado. Fue un 0-0 con pocas situaciones para ambos equipos. De todos modos, fue un buen partido en lo táctico para Perú, que mostró un sistema inteligente y a un Pedro Gallese capaz de salvar a la ‘Blanquirroja’ en situaciones de peligro.
Aparece Guerrero
Para los cuartos de final, Bolivia era el rival a vencer. La opinión del conocedor de fútbol coincidía en que Perú era el favorito y era el que tenía que salir a proponer. Fue un partido redondo.
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Paolo Guerrero, que se había mostrado muy incisivo pero poco eficaz, hizo de las suyas ante Bolivia. Tres goles y semifinales, donde se enfrentaría al local Chile.
Clásico del Pacífico
Hasta que llegó el día. Chile vs. Perú en Santiago, ante una estadística nada favorable y con el recuerdo de la Eliminatoria de Francia 1998 en la retina. Se hizo un partidazo. Salvo la negligencia de Carlos Zambrano, que se peleó desde el minuto 3, la selección jugó el partido más ordenado en lo táctico y en lo mental que se le haya visto en los últimos 20 años.
Con un hombre menos jugamos bien y tuvimos la posibilidad de ponernos a un gol de llegar a la gran final. Sin embargo, ese golazo de Eduardo Vargas volvió a sumir a Perú en la dura realidad.
El tercer puesto
La selección peruana logró finalmente el tercer puesto del torneo al vencer jugando otra vez muy bien 2-0 a Paraguay. Los de Ricardo Gareca volvieron a mostrar intensidad y temple para manejar bien el encuentro y Perú pegó en el minuto 47 con un tanto de André Carrillo. El mismo Carrillo se encargó de hacer un jugadón en el minuto 89 para dejar solo a Joel Sánchez, quien habilitó a Paolo Guerrero para poner el segundo. Un verdadero golazo.
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Esta posición deja a Perú otra vez en la boca del mundo, pero próximamente hay un objetivo muy claro: seguir funcionando así para conseguir los resultados en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018.
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— Diario El Bocón (@elbocononline) julio 6, 2015