La retórica de Ricardo Gareca se ha modificado para sobrevivir. Tras el holgado triunfo sobre Trinidad y Tobago, el argentino recalcó que la regla de oro en sus convocatorias es priorizar el rendimiento sobre cualquier otro factor. Sí, no es broma. Puedes buscarlo en YouTube.
La ‘renovación’ de Ricardo Gareca se instruye a partir de jugadores con protagonismo mediático como Benavente, Da Silva y el tridente ofensivo de Universitario: Polo, Ruidíaz y Flores. Es engañoso. Si hay un recambio significativo respecto al plantel de 2015 es porque, el año pasado, el ‘Tigre’ eligió hasta nueve futbolistas mayores de 30 años, siendo uno de los equipos más ‘veteranos’ del torneo. Siete jugadores de la plantilla que logró el tercer lugar en Chile volverán a estar este 2016. Pero las ausencias -aunque varias- no son definitivas. ¿O alguien duda de que vuelvan a llamar a Zambrano, Ascues, Advíncula, Vargas, Pizarro y hasta Farfán? Incluso a Lobatón. Lo del ‘Tigre’ hacia esos ‘referentes’ parece más unas vacaciones calculadas: darle respiro a quienes han sido presa de los errores del mismo técnico. Carlos Ascues, por ejemplo, aniquilado tras jugar sin estar en optimas condiciones; o Carrillo, que seguía siendo convocado sin tener minutos en el Sporting. O Yordy Reyna, que jugó en una posición que no era la suya por decisión técnica.
De los 23 jugadores que disputarán la Copa Centenario, solo 7 repetirán tras jugar en Chile y solo 3 han disputado las de 2011 y de 2015: Ramos, Yotún y Guerrero. El ‘recambio’ de Markarián en 2011 se basaba en Advíncula, Carrillo y Ruidíaz. Siendo André el más joven (20). Hoy no está. El año pasado el más joven era Reyna con 20 años. Tampoco está. Ahora, la vedette será Da Silva con 19 años, aunque su titularidad es poco probable. Este plantel lleva 6 jugadores mayores de 30 años y siete más que pasan los 25. El detalle es que de los 7 que repiten de la pasada Copa, solo uno es menor de 25 años. Cueva y tiene 24. La base no es a futuro ni consecuente. Y si lo es, no parece ser producto de algo planificado, sino de un escape ante una crisis.
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