¿Sandoval nos mintió?

“El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín, no puede cambiar de pasión”. La frase es de Pablo Sandoval, entrañable personaje interpretado por Guillermo Francella en la película argentina El secreto en sus ojos. Más allá de las bondades del largometraje que se quedó con el Óscar a mejor película extranjera en 2010, la contundencia de dicha oración se posó en el imaginario de todo aquel que experimentó la satisfacción de verla.

Sin embargo, en nuestro país, noble territorio en el que lo contundente se torna endeble, José ‘Chemo’ Del Solar ha echado por tierra la imagen solemne de un Sandoval ebrio en un bar de Buenos Aires brindándole a Benjamín Espósito (Ricardo Darín) la filosofía de vida que entonces parecía inapelable. ‘Chemo’ ha dicho que Sporting Cristal es su casa, poniendo punto final con brutal crudeza a la historia que lo unía con Universitario de Deportes, aquel equipo que, todos pensábamos, era su pasión.

Hubo una época en la que hablar de ‘Chemo’ era hablar de la ‘U’. Su regreso al equipo en 1999 para conseguir dos títulos nacionales y aquellos días en los que se mezclaba con los miembros de la Trinchera Norte para arrancarle notas al bombo en plena tribuna llevaban a pensar en una relación sin fecha de caducidad. Pero Del Solar pasó de ser el hincha que se metió a la cancha, al amante despechado que busca por todos los medios demostrarle al mundo que volteó la página.

En primera instancia, algunos creyeron ver cierta demagogia en sus frases, pero dudamos que Del Solar subestime tanto a la gente. En cambio, una de sus respuestas se antoja reveladora para intentar encontrarle un móvil a un desamor tan extremo: “Los hinchas (de Universitario) se han manifestado en contra mía. En la ‘U’ no me quieren ni ver...”. Hay mucho de congoja y resentimiento más que entendibles en las palabras de Del Solar; para muchos, el rechazo que durante años despertó en los hinchas de la ‘U’ por haber dirigido a Cristal fue excesivo y hasta injustificado. Las malas experiencias dirigiendo a los cremas sirvieron para empeorar esa relación. A pesar de eso, la actitud que muestra es compleja, da la impresión de que quisiera cerrar por todos los medios su pasado en la ‘U’ y, sobre todo, que la gente se olvide de su historia. Se esfuerza por matar una pasión y la pasión no se mata con palabras.

Es probable que, tras escuchar a ‘Chemo’, Sandoval acrecente la ingesta de alcohol hasta niveles insospechados, es decir, se ponga en pedo y se cague a trompadas con el primero que le hinche las pelotas ante la mirada resignada de Espósito.