El año empezó mal para la ‘U’ porque el técnico campeón, que era Ángel Comizzo, no tuvo injerencia sobre las contrataciones que se realizaron, quien gestionó eso fue Jorge Vidal. Trajeron un brasileño alto, guapo, pero lesionado; además de otros jugadores que no aportaron nada al equipo como Soto, Luna y el chico Cris Martínez, quien jugaba en la Segunda de Chile y acá fue tratado como una celebridad, llegándose a desembolsar hasta 150 mil dólares por su fichaje. El resultado de todo ello fue que los cremas tuvieron una espantosa Copa Libertadores en la que apenas sumaron un punto.
Otro de los momentos álgidos en 2014 fue la partida de la Administración de Rocío Chávez. En su lugar llegó Fernando Bravo de Rueda, quien cobra 110 mil dólares al mes, mientras que los trabajadores y hasta miembros del plantel siguen sin recibir sus sueldos de diciembre. Es cierto que esta Administración ya se despide, pero lo hace con lo bolsillos llenos.
En lo futbolístico, la llegada de ‘Chemo’ por Comizzo permitió la aparición de jugadores interesantes, entre los que se destaca el zaguero Maelo Reátegui. Lo de ‘Canchita’ Gonzales fue bueno, pero se vio mermado por las lesiones. La ‘Hiena’ Gómez también mostró buenas cosas, pero el equipo era corto. Se hizo un buen Apertura, pero no alcanzó. Las lesiones, suspensiones y actos de indisciplina afectaron demasiado a los cremas. Además, ya en el Clausura, con la llegada de Ibáñez, quedó claro que Universitario nunca encontró un once definitivo. La figura de Ruidíaz se desdibujó con un planteamiento (4-5-1), que lo dejaba como único hombre de ataque y sacrificaba su labor. Se puede haber salvado en lo individual por la cantidad de goles que marcó, pero el equipo no sacó beneficio alguno.
Nadie sabe lo que pasa en la ‘U’, es un barco a la deriva y los socios son los llamados a cambiar esta situación. Hace mucho que la ‘U’ no aporta jugadores a la selección y eso también llama la atención. La clasificación a la Sudamericana puede haber aplacado las críticas, pero no se puede tapar el sol con un dedo.