En abril de 1995, asumí mi primer período de presidente. Nicolini había dejado una deuda de US 2 MM. Esto causó mi alejamiento del club el 93 y 94. Gastaba y "ya no ponía". Carlos Boloña, el interventor de Nicolini Hermanos, no lo dejaba sacar plata. Dentro de este paquete había una deuda de US 120 M a favor de Roberto Martínez. En junio de ese año se casó con Gisela, matrimonio que interfirió su carrera deportiva. Siempre me llevé bien con la Diva, pero se convirtió en una cobradora insistente. Llegó a sacarlo de la concentración, lo que molestó al plantel y al cuerpo técnico. En agosto de ese año, conseguimos dinero de Cusqueña y le amortizamos a Roberto 90 M. El saldo se lo pagamos después.
La intervención de Gisela en su carrera fue lo que más molestó al entrenador Markarián, que mencionaba la palabra renuncia por quítame esta paja. Esto para aclarar al pavito de Daniel Peredo que en vez de meterse en lo que no sabe, se debe preocupar del sudafricano Cristal, manejado por chilenos y que sus patrones paguen sus impuestos.
Luego de un período de triunfos, alcanzamos al Alianza en diciembre de 1995 y definimos el subtítulo, donde Roberto se despidió con un golazo, ya que dejaba el fútbol por sus nuevas actividades relacionadas con su esposa. Gisela, más que el amor de su vida, fue la cobradora de su existencia.
En 1996, con casi 30 años, regresó sin mucho éxito a solicitud del profe Manera y, de ahí, lo conocido.
Para conocer el verdadero valor de la verdad, debieron pedirle que aclarara qué sucedió en el partido Argentina - Perú en Buenos Aires, hechos que según cuentan, molestaron mucho a su amigo Chemo, entrenador de la selección. Así mismo, que mencionara si existió relación de alguna índole con un ex general EP que estuvo preso varios años. Lo sabrá el poligrafista?
Qué vamos a comentar de la U si se está cumpliendo todo lo que vaticinamos, con jugadores extranjeros de segunda. Resultado de obtener un título con garra, juventud, suerte de campeón, pero con desconocimiento de fútbol.