Obra en nuestro poder el texto íntegro del documento denominado Proyecto de Reglamento para la Concesión de Licencias de Clubes de la FPF y tenemos algunos comentarios que realizar.Hay algunos requisitos que el documento detalla: Infraestructura para la práctica y presentación oficial de los equipos, como canchas de entrenamiento y estadios con un aforo mínimo de 5 mil personas; solvencia económica para contratar personal. Además, deben contar con categorías, tanto de menores y mayores, agregado a ello la capacidad de demostrar también solvencia deportiva vía los éxitos que pueda conseguir en el tiempo, y lo más importante, afrontar los campeonatos sin deudas previas y con un presupuesto equilibrado.Todo está muy bien, nos parecen correctos los requisitos, pero ahora la realidad es diferente y por eso le hacemos dos preguntas al presidente y Directorio de la FPF, qué de atractivo tiene el campeonato profesional peruano?, qué les hace pensar que habrá postores más que interesados en solicitar una licencia?Creemos que la FPF, antes de preocuparse por conceder licencias para participar en el torneo profesional de fútbol, debe concentrarse en hacer que este sea más competitivo y atractivo para el aficionado que ha abandonado los estadios, de qué vale poner aforos mínimos a los estadios si estos no se llenan nunca. Debe la FPF crear normas para eliminar la violencia dentro y fuera de los estadios; debe apoyar a los clubes dictando normas para proteger a sus jugadores, que a los 18 años optan por abandonar el club que lo formó por insinuación maliciosa de los agentes de jugadores, que sin haber invertido un sol son los que más se benefician, ya el presidente de Sporting Cristal, que tiene todos los medios para protegerse, se ha quejado con razón de este abuso y la Federación no dice nada.Tenemos conocimiento que más de un presidente de club profesional está buscando la forma de vender sus acciones o traspasar la categoría, ya que, como es público, al ser el campeonato peruano soso y deficitario, todos los clubes han perdido ingente cantidad de dinero, ya sea por la ausencia de aficionados a los estadios, por el nulo apoyo de los auspiciadores y por el despropósito que comete la FPF al paralizar el campeonato para atender las obligaciones de la selección nacional, y que, como es público y notorio, viene de fracaso en fracaso. Lamentablemente al ser la selección la locomotora del fútbol y teniendo un desempeño deficiente, y al haber quedado eliminada del campeonato Mundial de Brasil del año 2014, ha arrastrado aún más al abismo a los clubes.