Universitario está a punto de perder a su mejor jugador en el 2016. Miguel Trauco está próximo a emigrar al fútbol brasileño -Flamengo, para ser exactos- y dejará un enorme hueco en el equipo crema. El lateral va cumpliendo los sueños que tenía desde que jugaba en su Tarapoto natal, cuando recibía patadas arteras en los partidos de Copa Perú. El zurdo no se hizo solo en esta carrera, tuvo siempre personas que lo ayudaron de alguna u otro manera para ser el jugador que ahora es.
Su padre, Miguel Trauco Alvarado, le inculcó el amor por el balompié. Desde que defendía los colores del Deportivo Cali de Tarapoto, fue un gran ejemplo para que 'Junior' también vaya por dicha senda. En el colegio, le gustaba jugar como volante por izquierda o enganche, e incluso cuando militaba en el Unión Tarapoto y luego, Unión Comercio, también era un volante. Pero tenía por delante a Horacio Calcaterra y Aldo Olcese, titulares del DT Julio César Uribe en el cuadro moyobambino.
Leonardo Morales, asistente del 'Diamante' en ese entonces, fue que lo descubre en la reserva. Le vió bastante proyección y velocidad, y lo ubica como lateral izquierdo. Fue todo un éxito. Se adueñó del titularato, fue pieza vital en las tres temporadas restantes y no paró hasta llegar a Universitario. Roberto Chale es el que le da mayor confianza. El mismo lateral decía que el DT lo aconsejaba siempre. "El profe' Chale estuvo detrás mío diciéndome que haga amigos porque el fútbol se trata de eso, de amistad", dijo alguna vez.
Ricardo Gareca culmina con darle fortaleza. Le da oportunidad para que juegue la Copa América Centenario y las eliminatorias de este año con la selección peruana. No falló. Trauco fue uno de los más destacados en este proceso y está dando sus frutos. La perseverancia en un futbolista siempre tiene que estar alimentada con la confianza que le otorgan los que los rodean. Y el buen Miguel supo de quién tomar esos ejemplos.