Hace un mes, Edwin Retamoso cargó sus maletas, dejó con nostalgia su querido Abancay, para emprender un nuevo desafío en Chile. Aceptó la propuesta del técnico Marcelo Trobbiani y reforzó al Cobreloa. En el camino quedaron propuestas de dos grandes como Cristal y Alianza.
Alojado en Calama, ciudad de Antofagasta, se puso bajo las órdenes del Cabezón."El técnico y mis nuevos compañeros me han recibido bien. Me esforzaré al máximo para retribuir con mucho esfuerzo a mi nuevo equipo", reveló el volante.
Altura no es problema.La odiosa altura de Calama no fue excusa para el ex Real Garcilaso, quien se devora la cancha con su envidiable físico. "Me he adaptado rápido. No tengo problema con la altura. La ciudad me recuerda a Ayacucho. Es fría y seca, pero también hace sol", sostuvo.
A sus 32 años, el abanquino se ha trazado objetivos inmediatos con los Zorros del desierto. "Buscaré dejar en alto el nombre del Perú. Cobreloa es un club tradicional de Chile, que se ha reforzado pensando en ser protagonista en el torneo chileno".
"A Trobbiani lo conozco hace cuatro años y sé de su forma de trabajar desde que me dirigió en Cienciano", argumentó. Probablemente su tolerancia fuera de la cancha, opuesto al carácter explosivo del argentino, sintonizó con la rudeza de su juego. "El carácter del profesor es todo lo contrario a lo que muchos piensan en Perú. Es una persona frontal, que te dice las cosas cara a cara y no esconde nada".
Tras su debut ante Palestino, el Chasqui analizó el fútbol chileno. "Se juega más rápido que en Perú. me ha impresionó el físico de los chilenos. Son velocísimos, creo que más que yo", resaltó entre risas.
Antes de cortar el diálogo, Retamoso dejó un mensaje. "La mejor forma de sobresalir será mantener un gran nivel con mi equipo y entregar la camiseta sudada", sentenció.