Alexandra Grande no solo es Grande por su apellido. Es una gran karateca, gran persona y gran maestra.Con el cansancio reflejado por el viaje y las emociones encontradas, Ale nos abrió la puerta de su casa, donde no solo se vio a una gran deportista, sino a un gran ser humano. Con su carisma y locura, nuestra campeona panamericana habló con EL BOCÓN días después de pisar Lima, adonde nos trajo la medalla de oro en Toronto 2015.
- Escribe: Alexandra Salgado
Tocaya, ¿cómo te sientes?
Sin voz (risas). Todo lo que he gritado, la emoción. ¡Guau! Hasta ahora no lo puedo creer.
¿Se cumplió la meta?
Yo no prometí medalla. Yo prometí dar todo al 200%. La idea no era presionarme, pero las cosas se dieron poco a poco. Le agradezco a Dios. Valió la pena el esfuerzo, el sacrificio. Yo dejé muchas cosas de lado. Me quedaba en mi casa, no salía, y ahora acá está la recompensa.
Te sacaste la espina de los Panamericanos en Guadalajara 2011...
Se volvió a repetir casi la misma historia. El mismo puntaje, la misma patada. Solo que esta vez el rival fue la dominicana. Allá en México mi rival fue local. Esta vez me cobraron la patada. Ahora, cómo es la vida, ¿no? Todo da vueltas.
¿Es verdad que tu pierna es tu mejor arma?
Mi pierna siempre me ayudó a ganar en campeonatos, a clasificar. En el combate se esconde, de la nada sale y mi pie está en la cara de mi rival (risas).
¿Qué se viene para ti?
Habrá un campeonato nacional en Tacna. De ahí se viene el mundial el próximo año (noviembre en Austria). Ahora quiero ser campeona mundial. En el 2017 se viene los World Combat Games. Los Panamericanos acá en Lima. Ahorita estoy de descanso por unos días, pero de ahí a empezar desde cero corriendo, haciendo natación. Pero aparte de la preparación se necesita apoyo del Gobierno, de las empresas privadas.
¿Qué te dicen tus alumnos?
Ellos están contentos. He recibido más regalos de ellos. Mis ‘chukis’ de 3 años, los más grandecitos, todos. Esto también ayuda bastante a mi dojo (academia) para que vengan más alumnos y que ellos me brinden su confianza. Los que son nuevos de repente tienen una admiración hacia la medalla. Pero la cosa es que conozcan cómo enseño, mis conocimientos, lo que les puedo trasmitir. Ahora con el premio que me ha dado el Gobierno quiero alquilar un local más grande.///
— Diario El Bocón (@elbocononline) agosto 4, 2015