La selección rusa se impuso categóricamente a su similar de España y reeditó su título mundial al imponerse en la final de la Copa Mundial de fútbol playa que se disputó en Tahití por un rotundo 5-1.
Fue al inicio del segundo periodo cuando Rusia comenzó a mostrar su supremacía. El primer tanto, obra a Anton Shakarin, llegó pocos segundos después de iniciarse este parcial.
Fue el revulsivo que necesitaron los defensores del título que acabaron imponiendo su dominio. En el minuto 15, Kirill Romanov elevó el 2-0 y solo dos minutos más tarde, Yury Krasheninikov estableció el 3-0.
El primer tanto español, que marcó Llorenç Gómez de León (m.23) con una media chilena. Pero las ilusiones de la Roja se desvanecieron por completo en el tercer periodo. Krasheninnikov (m.30) y Shishin (m.35), a la postre máximo goleador del torneo, sentenciaron la final (5-1).