El colombiano Radamel Falcao, nuevo delantero del Mónaco, lloró hoy en su despedida del Atlético de Madrid, en la que la emoción y las lágrimas sólo le permitieron articular unas cuantas frases de agradecimiento al club, a la afición y a sus compañeros y le impidieron responder a la prensa.
Con un cuarto de hora de retraso, con la sala Vip del estadio Vicente Calderón como escenario de su último momento como jugador rojiblanco, antes de emprender su nuevo reto en el Mónaco, Falcao dijo adiós al Atlético, el club en el que ha pasado los dos últimos cursos, con el que ha ganado tres títulos (una Liga Europa, una Supercopa y una Copa del Rey) y con el que ha marcado 70 goles.
La emisión de un vídeo, con sus mejores goles, como los dos que anotó en la final de la Liga Europa ante el Athletic, los tres que consiguió en la Supercopa frente al Chelsea, y con las alegrías de los trofeos que levantó como rojiblanco, le ofreció tiempo para aliviar su emoción, que permaneció durante toda la despedida.
"Estos años en el Atlético, hasta el momento, han sido lo mejor de mi carrera. He vivido cosas que nunca voy a olvidar. Estoy muy contento de haber logrado con este plantel los objetivos que alcanzamos y haber podido defender esta camiseta en cada partido", prosiguió antes de que la voz se le entrecortara de nuevo. EFE.