El recién estrenado papá, Gerard Piqué,tuvo que separarse ayer de su retoño, fruto de su relación con la colombiana Shakira, para jugar un encuentro contra el Málaga que clasificó a su equipo , el Barcelona, para las semifinales de la Copa del Rey.
Gerard marcó el segundo gol del equipo azulgrana en un partido que terminó con un 2-4 favorable al equipo de Lionel Messi.
En ese momento, el central catalán se llevó el dedo pulgar a la boca para celebrar su tanto, dedicándoselo al pequeño Milan.