Un gran gol de James Rodríguez en los momentos de más dificultad en el Santiago Bernabéu del Real Madrid desde la llegada de Zidane, sacó airoso al equipo blanco de un duelo trepidante ante el Athletic de Bilbao (4-2), que puso en apuros a base de presión a un rival que resucitó con el regreso de la imagen decisiva del astro colombiano y un doblete de Cristiano Ronaldo.
Parecía que una nueva salida al gusto de Zinedine Zidane, con intensidad, mordiendo al rival y marcando pronto para jugar en casa con todo de cara marcaría un nuevo triunfo del Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
No fue así pese a que Cristiano abría el espectáculo a los tres minutos de alzarse el telón. En esta ocasión el rival subía el listón. Un Athletic de Bilbao valiente, con planteamiento notable de Ernesto Valverde, examinaría la solidez madridista.
Los méritos del Athletic de Bilbao no tuvieron acierto rematador. El tanto del empate llegó con un regalo en la falta de entendimiento entre Varane y Keylor Navas. El central francés erró al ceder hacia su portería y el portero precipitó su salida. Cuando quiso lanzarse por el balón era imposible llegar. Eraso marcó a placer, a puerta vacía.
Las continuas llegadas del Athletic de Bilbao, fruto de su buena colocación y el sistema de Valverde, sacaban a relucir el único momento de dudas del equipo de Zidane como local. Beñat con De Marcos volvían a generar peligro ante una zaga sin respuestas. Fue justo cuando apareció James. Disfrutaba del partido, con mucha movilidad, asociándose con sus compañeros cuando generó una acción en la que se perfiló, se acomodó ante dos rivales a su zurda y colocó un balón imposible para Iraizoz. Por primera vez en su peor campaña en España volvía a sentirse decisivo. Así lo celebraba, repleto de rabia.
Restaban siete minutos para el descanso y no hubo tregua. Pudo empatar el Athletic de Bilbao inmediatamente, con Merino reclamando de nuevo penalti tras ver como su disparo lo desviaba Carvajal. El castigo excesivo llegaba cuando los equipos estaban a punto de dirigirse al vestuario. Cristiano cedía a Kroos, libre de marca, que con comodidad se giraba y sacaba un derechazo potente a la red.
El Real Madrid salió airoso de la primera mitad más exigente y en la segunda, sintiendo menos presión, tocó con más continuidad sacando provecho del desgaste físico realizo por el Athletic, que nunca se rindió.
Las ocasiones se redujeron, con la mente de los madridistas inevitablemente en el regreso de la Liga de Campeones y su partido en Roma de octavos de final. Lo siguió buscando Cristiano, ansioso de goles, que tras rechace de una falta a la barrera probó de nuevo a Gorka Iraizoz con su disparo ajustado al palo.
Defensivamente mostró el equipo de Zidane un aspecto a mejorar, le remataron todos los centros desde las bandas, acción convertida en la principal baza de peligro de los de Valverde. Merino probó suerte y Elustondo acabó marcando sobre la hora cuando el duelo ya estaba sentenciado. Cristiano había firmado su doblete y el Real Madrid mostraba que en el Santiago Bernabéu es altamente fiable. Le falta por corregir su falta de continuidad a domicilio.
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El peruano Beto da Silva ingresó en el minuto 70 del partido entre Jong PSV y FC Volendam, por la segunda división de HolandaPosted by Diario El Bocón on sábado, 13 de febrero de 2016