Paul Pogba llegó en septiembre al Manchester United desde la Juventus a cambio de 120 millones de euros. Es el futbolista más caro de la historia. Y quizá por eso no hay día en que no sea noticia en Inglaterra. Al crack francés y a su novia los acusan de “escandalosos gemidos nocturnos”.
El diario The Sun recoge el testimonio de un huésped de un hotel de lujo quejándose de lo escandaloso que es el futbolista francés Paul Pogba cuando mantiene relaciones sexuales.
Paul Pogba está en pareja con la cantante africana Dencia, conocida como la reina de Matamba. Es una rapera de origen nigeriano a la que se relacionó con otro futbolista, Michael Essien.
Durante seis días entre el 24 y el 30 de septiembre, el lujoso hotel Lowry de Manchester se vio convulsionado por la presencia de Paul Pogba, quien alteró la rutina del cinco estrellas.
Antes de tener su residencia definitiva en Manchester, Pogba se hospedó en el hotel en sus primeros días como nueva figura del Manchester United. Y a decir del resto de los huespedes del Lowry las noches de sexo fueron “largas y ruidosas”.
“Me despertaron con gemidos sexuales tan fuertes como los del cine porno”, aseguró uno de los turistas del hotel, según publicó el diario inglés The Sun. Incluso, durante las cinco noches que se alojó en la habitación contigua a la de Paul Pogba, le costó dormir.
“Era imposible no oírlos. Ella gemía muy fuerte y decías cosas como “bebé”, “eres el mejor”, “no pares nunca”, “me matas”, “tú eres el campeón”. Y no les importaba que los oyeran”, agregó el huesped en cuestión.
“Primero se escuchaba música de hip-hop a tope y luego los quejidos y gemidos inconfundibles” de Paul Pogba y su novia Dencia, siguió el relatando, y agregó: “Parecía una película porno. Realmente era muy incómodo”.
El testigo, que no quiso revelar su nombre, contó al diario británico que tuvo que cambiarse de hotel después de una noche loca del francés Paul Pogba con la cantante Dencia. “Mi habitación estaba cerca de la de Pogba y Dencia, en el tercer piso. Me fui a dormir cerca de las dos de la mañana y en ese momento se escuchaba música hip hop a todo volumen y de vez en cuando reían. Entre las tres y cuatro de la mañana se empezaron a escuchar gemidos y no parecía que les importara. Parecía una película porno. A veces escuché frases cariñosas como ‘Paul, bebé’. Eso me resultó muy incómodo”, contó este supuesto huésped del Lowry Hotel en Manchester.