Felipe Melo es conocido por ser un futbolista aguerrido que no da ningún balón por perdido. Su juego friccionado y de choque le ha traído una fama de rudo en la Serie A, recibiendo muchas críticas por sus características en el juego. Sin embargo, el brasileño también tiene una historia compleja detrás, como la contó en una emotiva entrevista en Sky Sports.
"Si no jugara al fútbol, sería un asesino. Yo viví en una de las favelas más peligrosas de Brasil, y allí había armas y drogas. Dejé aquella vida para perseguir mi sueño. A veces iba a entrenar y, cuando volvía, alguno de mis amigos había muerto. Tenía que decir 'sí' al fútbol o a una mala vida. Y le dije que 'sí' al fútbol y a una vida diferente", aseguró Felipe Melo en declaraciones al mencionado medio italiano.
Felipe Melo considera a su familia una de las claves de su éxito. Sobre todo a su esposa, a la que da las gracias porque "cuando la conocí, nació otro Felipe Melo. En Gremio me gastaba todo el sueldo y llevaba una vida un poco rara. Pero tuve tres hijos con ella, y gracias a mi familia logré todo lo que tengo ahora. Después de Dios, ellos son lo más importante", señala el jugador, que en el pasado militó en clubs como Almería, Racing y Mallorca.
Felipe Melo admite que sus primeros pasos en el fútbol no fueron fáciles, aunque la ayuda de su padre resultó incalculable: "Al ficharme el Flamengo fue complicado, porque tardaba dos horas en bus para llegar a los entrenamientos. Pero mi padre acabó dejando uno de sus trabajos para poderme llevar", detalla.
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#CésarVallejo: #JeanFerrari se defiende tras incidentes con la policía https://t.co/6TKsEeNmPG pic.twitter.com/Ow9FkerIvo— Diario El Bocón (@elbocononline) 25 de abril de 2016