Son muy pocos los jugadores que han podido romper un maleficio que se ha hecho casi una ley en el fútbol. La leyenda cuenta que en una final está prohibido tocar la copa que se llevará el campeón del torneo. Hay cientos de jugadores que han querido ir en contra de esta ‘maldición’ y simplemente han terminado colgándose la medalla del segundo lugar.

En los últimos tres años, dos de los estadios más importantes del país han visto caer esta famosa leyenda. El 2016 lo hizo Bremen Horna con la camiseta de Sport Rosario y hoy lo acaba de lograr Gabriel Barbosa con el equipo Rubro-Negro.

El toque sagrado de Gabigol

Gabriel Barbosa, el futbolista del Flamengo, fue el ultimo futbolista que quiso imponerse a este maleficio. En la final disputada ante River Plate, el delantero del mengao osó tocar el trofeo antes del inicio del encuentro en el estadio Monumental. Tras este hecho, en los casi noventa minutos de juego Gabigol jugó un partido bastante discreto. Sin embargo, le bastaron tan solo tres minutos para anotar un doblete y darle vuela al marcador. El delantero apareció para devolverle el titulo intercontinental al Mengao después de 38 años y romper aquella maldición.

Bremen, uno de los pocos sobrevivientes

En diciembre del 2016, Sport Rosario de Huaraz disputaba la última fecha de la Finalísima frente al Racing Club de Huamachuco. Ambos equipos llegaban con la esperanza latente de subir a primera. Un triunfo les daba al acceso directo a la primera división. En la salida de los equipos, el jugador Bremen Horna paso su mano por el imponente trofeo, hecho que llamó la atención de sus compañeros y rivales, conociendo muy bien aquella leyenda. Sin embargo, el equipo huaracino se impuso con autoridad 2-1 y logró el anhelado ascenso.