Este jueves, Alemania y Francia disputan una semifinal de vida o muerte en el Velodrome de Marsella, con la final de la Eurocopa 2016 en juego y un pronóstico incierto. En principio, Alemania, avalada por los antecedentes y su condición de campeona del mundo, debería ser la favorita, pero las numerosas bajas con las que cuenta Joachim Löw y las dudas que mostró el propio técnico ante Italia han despertado la ilusión francesa que hará prevalecer su condición de local.
Si bien la selección alemana llegó a su punto más alto durante el Mundial de Brasil, donde derrotó al 'scratch' por un histórico 7-1, ahora en esta Eurocopa 2016 llega con dudas hasta la penúltima ronda. Joachim Löw no ha consolidado un sistema ofensivo que le garantice resultados. Comenzó con Mario Götze como falso 9, pero no respondió a lo que esperaba y tampoco ha contado con la aportación de un irreconocible Thomas Müller, que incluso falló su penal en la tanda contra Italia.
Pero sus dudas también se extendieron al esquema defensivo. Ante los italianos fue un conjunto más precavido, con una línea de tres centrales y un centro del campo reforzado, que no se soltó las ataduras hasta el segundo tiempo. No ha sido la Alemania descollante del Mundial, que recordaba en muchas fases a la mejor España, sino más bien un conjunto que simplemente busca tener el balón lejos de su meta. Al técnico alemán, además, se le ha caído medio equipo antes del que se supone que será el encuentro más complicado de la Eurocopa 2016.
LESIONADOS. No tiene por sanción al central Mats Hümmels y por lesión no podrá utilizar ni a Sami Khedira, ni a Mario Gómez, la solución ofensiva en los últimos partidos. Con la buena noticia de la recuperación de Bastian Schweinsteiger, confirmado hoy por el técnico en el once titular, en el que sustituirá a Khedira en el centro del campo, y pendiente de la sobrecarga muscular del central Benedikt Höwedes, Löw tiene que recomponer un rompecabezas confiando más en la calidad de su plantilla que en un funcionamiento armónico.
La ausencia de Hümmels puede ser cubierta por el joven Joshua Kimmich, un centrocampista al que Pep Guardiola reconvirtió en central en el Bayern. Götze o André Schürrle, con Lukas Podolski o el joven Leroy Sané como otras posibilidades, son las opciones atacantes. Francia, mientras, llega eufórica a Marsella. Ante Islandia (5-2) desaparecieron todos sus complejos, por fin dio una buena imagen y se ganó a una afición que espera convertir el Velodrome en una olla a presión.
Por su parte, Francia de Didier Deschamps recupera para este partido al valencianista Adil Rami en la defensa y al centrocampista del Leicester N'Golo Kanté, pero podría mantener a Samuel Umtiti, el fichaje sorpresa del Barcelona, y Moussa Sissoko, que jugaron ante Islandia. Su reto es demostrar que puede atacarle al campeón del mundo, aprovechando el buen momento de Antoine Griezmman, Olivier Giroud y Dimitri Payet, la delantera más efectiva del torneo.
LEE ADEMÁS
#PaoloGuerrero: #Flamengo tomó esta decisión para salir de mal momento [FOTO] https://t.co/XQtC4KreYJ pic.twitter.com/EEA8MDBedZ— Diario El Bocón (@elbocononline) 6 de julio de 2016