El técnico de la selección peruana, Ricardo Gareca, conversó con EL BOCÓN e hizo un análisis de lo que va de su gestión con la bicolor. El estratega aseguro que de no clasificar al Mundial de Rusia 2018 no continuará al frente de la blanquirroja.
ESCRIBEN: JUAN CARLOS GAMBIRAZIO/ CÉSAR MUNIVE
JCG: ¿Gallese presentaba un nivel inferior que el de Penny o Libman? ¿Por qué su cambio?
En toda mi etapa, hasta el partido contra Paraguay, siempre el arquero fue Gallese. Ha tenido un respaldo, la apuesta es mía, yo puedo apostar por cualquiera. Tengo un abanico enorme para elegir al arquero en base a diversos factores, pero al final la apuesta es mía.
CM: En 14 partidos con la selección, usted tiene 7 derrotas, 3 empates y solo 4 triunfos. ¿Se siente en deuda con la Federación y con el hincha?
Yo estoy acostumbrado a analizar torneos y competencias. El torneo que disputé al frente de la selección nacional, reconocido mundialmente y por la prensa local e internacional, fue la Copa América, profundizando en el estilo de Perú, un estilo bien definido, bien marcado y un protagonismo. Si hablamos del balance, hagámoslo desde esta competencia oficial con un resultado que todos ya conocen.
CM: Pero estos malos resultados en la Eliminatoria han generado que mucha gente comience a pedir su salida...
Eso es problema de quien lo piensa. Mi objetivo termina si logramos lo planificado. Ahora solo puedo hacer un análisis en base a cuatro partidos. Todo lo demás, todo lo externo o si alguien no quiere mi continuidad en la selección es algo que no me compete a mí.
JCG: Hay gente que lo critica, que pide su salida y dice que su trabajo no es el mejor; pero son solo apreciaciones al igual que lo fueron los halagos al juego de Perú durante la Copa América. ¿Le da la misma importancia a ambas posturas?
¿Me vio usted exaltado después de esa Copa América? ¿Me vio eufórico?
JCG: No, lo vi contento. Más contento que ahora.
Bueno… yo siempre dije que las Eliminatorias eran otra cosa, en ningún momento me invadió el triunfalismo… A lo mejor puede que sí haya estado más contento. Los triunfos le dan a uno más alegría.
JCG: Se han venido dando problemas dirigenciales a los que, me imagino, no puede ser ajeno.
Esos comentarios no me afectan en lo más mínimo. Me siento respaldado por el presidente, los miembros del directorio, quienes fueron los que me buscaron. Lo conozco a Agustín Lozano, conozco a su familia, he ido a Chiclayo.
CM: A pesar de eso, y a raíz de los malos resultados en la Eliminatoria, una facción de la Federación pide su salida y la de Edwin Oviedo.
A mí nadie me lo dijo. Si el dirigente habla conmigo personalmente y me muestra su disconformidad, y me dice que me tengo que ir, recién sería una realidad. Hasta que no me lo manifiesten no me puedo dejar guiar por los comentarios, para mí no existen porque estoy acá todo el día con el presidente. Una interrupción de contrato es un tema serio, es algo que se dice cara a cara. Lozano me invitó a una cena, posterior a esas supuestas declaraciones y me dijo: “Ricardo, aunque usted pierda todos los partidos de la Eliminatoria, el respaldo es total. Nosotros necesitamos que usted continúe”.
CM: ¿Usted se siente respaldado en su trabajo por el torneo local, un campeonato con partidos suspendidos, jugadores impagos y pérdida de puntos por deudas?
Yo siento que tengo el apoyo de todos los equipos. Me han facilitado la entrega de todos los jugadores que he convocado, pero es cierto que hay que replantear cuestiones porque, por ejemplo, cada jugador para recuperarse de un partido necesita un mínimo de 72 horas y acá a veces se juega cada 48 horas. La ADFP y la FPF deben encontrar la forma de hacer un campeonato que proteja al jugador, con un calendario en el que las selecciones juveniles sean prioridad. Si no se trabaja para la selección, un país no tiene futuro.
JCG: Durante este periodo al frente de la selección, desde su llegada a la Videna hasta el partido contra Brasil, ¿cuál cree que es su principal error?
No le voy a puntualizar mi principal error. Le voy a decir que he tenido errores y que soy el máximo responsable de eso. Las consecuencias de lo que pasa en la selección pasan por responsabilidad mía, pero no tengo por qué puntualizar algún error. Eso lo analizo en mi fuero íntimo.
JCG: ¿El cambio de dirigir equipos a tomar las riendas de una selección ha sido un cambio duro, dramático?
No, yo me he venido preparando para esta situación. No es un cambio radical para mí, no es algo que yo desconozco. Dirigir a una selección forma parte de mi ambición y esto es producto de un recorrido previo, entonces estoy preparado para esto.
JCG: ¿Cuándo surge en usted el deseo de dirigir a Perú?
Estuve un año y medio dirigiendo a Universitario, conozco el país, el medio, la ciudad y me gusta todo. Me gusta el desafío de este país que tiene jugadores con un potencial enorme, que debe traducirse a buenos resultados. Vivo en un país en el que, más allá de que algún sector cuestione mi trabajo, me gusta vivir, en cómo me siento y cómo me hacen sentir, vivo con un gran respeto de la sociedad hacia mi persona, en todo aspecto; me pasó con la ‘U’ y me pasa ahora y a eso le doy un valor importantísimo.
JCG: ¿Esta empatía con nuestro país hace que su responsabilidad sea más grande?
Sí, es el desafío más importante que tengo en mi vida porque no tomo una selección que viene funcionando, no estoy en un lugar en donde todas las cuestiones que estuvieron atrás funcionaron que, lógicamente sería una cuestión distinta. Estos pedidos de destitución de mi cargo los entendería si vendría funcionando algo, sería lógico que si yo tomo las riendas de algo que viene funcionando y empieza a ponerse mal, entonces sería normal que hagan ese pedido, pero en un país en donde no se clasifica desde hace 32 años al Mundial, y que reine esta situación solo se puede tomar como un determinado pesimismo que reina y que prima sobre el optimismo. Hay una costumbre más que nada. Pareciera que la gente está tan acostumbrada a consumir el pesimismo que forma parte de su vida cotidiana.
CM: ¿Llega presionado a los partidos contra Venezuela y Uruguay en el reinicio de las Eliminatorias?
La presión siempre existe. Lo único que puedo decir es que hay que ganar, lo que se genere o se diga en el exterior está al margen de eso. Yo estoy al frente de la selección y estoy totalmente capacitado para estarlo. Para lograr objetivos y campeonatos se necesita a alguien que sepa hacerlo y usted no está hablando con alguien que no sepa de eso, yo sé lo que es ganar campeonatos como jugador y como entrenador. Eso no significa que siempre tenga éxito.
JCG: Comentó hace poco que usted era partidario de cumplir sus contratos y que no lo interrumpiría. ¿Ninguna situación podría llevarlo a tomar esa decisión?
Lo único que podría hacerme tomar esa decisión es que yo no esté convencido o que, matemáticamente, ya no tengamos chances. Es una cuestión irreversible esa, para mí y para la Federación, por más que la Federación me haya venido a buscar pensando en el 2022. La primera conversación que yo tuve con Oviedo y Oblitas es para el proyecto 2022 y toda la expectativa que se generó cuando yo llegué aquí es porque yo no quiero esperar, yo quiero los resultados ahora y quiero cumplir los objetivos ahora, qué se yo qué va pasar en 2022, yo trabajo para tener resultados ahora. Las Eliminatorias recién comienzan, no se han terminado.
JCG: ¿Esto quiere decir que si no clasifica a Rusia 2018, de ninguna manera se quedaría al frente de la selección?
Yo creo que no. Estoy acostumbrado a cumplir las metas cuando me las formulo, de lo contrario mi discurso cuando llegué hubiera sido proyectado hasta 2022, pero no es lo que acepté. Entonces, no prometo absolutamente nada, lo que yo necesito es cumplir metas. Cuando yo llegué al Perú me formulé metas y creo que estamos en condiciones de cumplirlas. No prometo resultados porque no tengo una bola de cristal. Sí tengo metas por cumplir y dentro de esas metas tengo una con la selección peruana y, de no cumplirse, sería muy difícil estar al frente de una selección futura.