Una vez más, la selección peruana fue derrotada ante una equipo que, de principio a fin, fue superior en el campo de juego. Una vez más, los miles de hinchas que aún confían en la bicolor vieron como, nuestro clásico rival se paseaba por el terreno de juego, desplegando su mejor juego ante una débil y sin reacción combinado nacional.
La noche en Santiago fue para el olvido. Si bien el gol de Edison Flores nos hizo creer en un posible empate, Arturo Vidal nos regresó a nuestra realidad, esa realidad en la que estamos hundidos hace ya varios años y no podemos salir.
Ante Chile, la selección peruana sumó 28 partidos que no puede conseguir una victoria jugando fuera de casa. 28 duelos que, no podemos plantear un digno encuentro y nos vemos superados, muchas veces, por nuestros errores que por las virtudes del rival.
Este problema no es de ayer ni anteayer. Este problema, viene de años. Para recoger la última victoria de la selección peruana jugando fuera nos tenemos que remontar a la campaña para el Mundial de Alemania 2006, donde de la mano de Paulo Autuori, logramos -increíblemente- sumar de a tres en el Centenario de Montevideo, con goles de Pizarro, Farfán y Solano. Aquella gesta hoy, se ve como una hecho histórico.
Han pasado doce años desde ese aislado triunfo y las cosas no han cambiado. El atrevimiento, la confianza y las ganas que se muestra jugando en Lima parece ser que se quedan en Aduanas, y no logran embarcar en el avión. Sí ya se nos hace complicado -muchas veces- jugar en casa, imaginense como nos va de visita.
Y la gente se pregunta, ¿dónde radica el problema?
Nos podemos mandar un speech largo y tendido recogiendo todas las falencias que carecemos al momento de ir a jugar afuera. Han pasado jugadores, técnicos y dirigentes; pero el problema no se soluciona. ¿dónde está el problema?
En el jugador. La mentalidad del jugador tiene que cambiar y la del peruano promedio en general también. Una vez finalizado el partido ante Chile, un jugador salió a hablar de respeto hacia el rival. Por ello, justifica su mal juego en el primer tiempo.
¿Respeto?, el mejor respeto que le puedes tener al rival es jugando de igual forma, no sometiendote a sí mismo de esa manera. Cuando cambie la mentalidad del jugador, y la del peruano, las cosas cambiarán. Podemos ganar de visita. Confianza y actitud, solo eso. Paraguay lo hizo con Argentina, ¿por qué nosotros no?