Ser un seleccionador en un proceso eliminatorio como el de Sudamérica es muy complicado. Más aún si la responsabilidad es la de conducir a la selección peruana, que no tiene presencia mundialista hace más de tres décadas y carece de un repertorio por lo menos mínimo para afrontar con posibilidades una Eliminatoria.
Ricardo Gareca asumió la dirección técnica de la selección peruana en marzo del 2015 y sin experiencia previa que apuntale su apuesta hacia el éxito. Diez meses después y tras conquistar el tercer lugar en la Copa América de Chile 2015; además de sumar tres derrotas y una victoria en el arranque de las Eliminatorias, es posible descifrar cinco ideas puntuales del técnico argentino que ponen en duda su labor técnica.
1. Jugador consolidado: Ricardo Gareca tiene un concepto muy amplio sobre lo que significa ser un jugador consolidado. O quizá varía el concepto según su apetito futbolístico. En la conferencia de este martes, el argentino admite su gusto por el juego de Beto da Silva, pero lo descarta porque juega en la Segunda División de Holanda. Sin embargo, recalca que ha convocado y volverá a convocar a un jugador como Paolo Hurtado, quien no se consolidó en la Segunda División inglesa, en el Reading para ser exactos. Los mismos parámetros se distorsionan cuando evalúa convocar a la selección peruana a Alexander Callens, quien juega en Segunda División.
2. Carrillo - Ascues: André Carrillo no juega de manera oficial desde setiembre del 2015. Hoy suma cinco meses sin jugar debido a un problema con el Sporting de Lisboa, que decidió 'borrarlo' por negarse a aceptar una renovación de contrato. Hoy, en conferencia de prensa, aceptó que ve "difícil convocarlo" debido a su inactividad. Sin embargo, su discurso varía cuando es preguntado sobre Carlos Ascues, quien no juega de manera oficial desde julio del 2015 y encima ha sido operado de los meniscos. Sobre el jugador del Wolfsburgo admite que espera su pronta recuperación para ser convocado a la selección peruana. Ascues no juega desde que dejó Melgar y en Wolfsburgo ni siquiera ha debutado. Sin embargo, para el argentino es un jugador "consolidado" y "convocable".
3. Gianluca Lapadula. Ricardo Gareca ha querido dar una señal determinante pero algo exagerada con el caso Lapadula. Según el argentino le dijo al italo-peruano que no le asegura ni convocatoria ni mucho menos titularato. Lo segundo es entendible: nadie debería tener el titularato asegurado en la selección salvo por un rendimiento brutal frente al resto del equipo. Sin embargo, decir que no le asegura la convocatoria suena a broma, cuando la lógica de su periplo hasta Italia y todos los esfuerzos de la Federación han sido justamente para convocar a Gianluca Lapadula.
4. Una de las justificaciones para que Ricardo Gareca llegue a asumir la dirección técnica de la selección peruana era que "conocía el medio". Aquello puede significar que: conoce la idiosincrasia del jugador peruano, conoce la realidad del fútbol peruano y por ende, sabe de nuestras carencias. Si algo de eso era cierto, por qué esperar diez meses para iniciar una búsqueda de nuevos elementos. Por qué esperar sumar tres derrotas en cuatro partidos para buscar variantes a los mismos de siempre.
5. La gira europea. La razón de la gira que Ricardo Gareca emprendió por Europa era para sumar nuevas alternativas a la selección peruana. Variantes que se podrían sumar en las convocatorias. Sin embargo, la gira priorizó encuentros con futbolistas ya recurrentes en los llamados como Claudio Pizarro, Juan Manuel Vargas, Carlos Ascues, Carlos Zambrano y André Carrillo. Además de Gianluca Lapadula, no hay novedad alguna tras más de 25 días de gira.
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¿CÓMOOOO? La respuesta de #GianlucaLapadula a Ricardo Gareca https://t.co/YnchdONaau #SelecciónPeruana pic.twitter.com/Mdl2nj1Oo6— Diario El Bocón (@elbocononline) febrero 23, 2016