El retorno de Jefferson Farfán a la selección peruana exige lecturas seguramente muy distintas en cuanto a merecimiento más allá de lo deportivo. Sin embargo, es innegable que el jugador del Lokomotiv se convierte en una dosis importante de calidad y gestión dentro del campo, además de un elemento trascendental para el aspecto ofensivo. Jefferson Farfán es una herramienta fundamental para el Perú vs. Ecuador de este martes. ¿Pero entonces por qué dejarlo en el banco?
Hasta ahora, con la duda de Yotún, la selección peruana se reorganizaba con la opción de que Jefferson Farfán se mantenga de titular como extremo, permitiendo que Edison Flores pase a hacer dupla con Renato Tapia. Sin embargo, este domingo Ricardo Gareca optó por otra variante: el ingreso de Sergio Peña como pareja de Tapia, con lo que Flores mantenía su posición de extremo.
Con esta variante, Jefferson Farfán se quedaría en el banco de suplentes de la selección peruana. Es decir, ocuparía la posición inicial que Gareca había decidido previo al Perú vs. Bolivia, pero ante la ausencia de Yotún, debió variar en último momento. ¿Por qué Jefferson Farfán debe ser suplente si es tan importante su jerarquía? Pues Jefferson Farfán ha demostrado ante Bolivia que es muy útil para organizar y generar, pero es válido advertir que forzarlo desde el arranque podría originar o cansancio o lesión. Recordemos que la exigencia será máxima y Jefferson Farfán tiene antecedentes muy recientes de lesiones.
Lo más estratégico sería guardar a Jefferson Farfán para la segunda etapa, con lo que su ingreso al once de la selección peruana se dé con un índice mayor de oxígeno y físico frente al rival. Su potencia entonces podría ser aprovechada mucho mejor, luego del que se calcula sea un primer tiempo asfixiante por parte de la ofensiva ecuatoriana. Tenerlo más fresco compasaría el tenerlo menos tiempo en el campo. El Perú vs. Ecuador es fundamental y cuidar a Jefferson Farfán para ayudarlo a rendir a plenitud será importante.