Roberto Chale es un histórico en los duelos Perú vs. Argentina. Como jugador ganó 1-0 en Lima y empató 2-2 en Buenos Aires, consiguiendo la clasificación al Mundial de México 1970, y para 1986, consiguió exactamente los mismos resultados como técnico, aunque no pudo llegar al Mundial de México. El ‘Tío Terrible’ conversó con EL BOCÓN, reveló lo que piensa del equipo de Gareca y contó anécdotas sobre los partidos ante los ‘gauchos’.
Escribe Renzo Dulanto
(Twitter: renzodul)
Roberto, ¿qué opina del equipo peruano?
La formación con Rodríguez y Lobatón le va a dar el soporte de experiencia al equipo y me parece muy justa sus convocatorias. Y también hay una buena presencia de Renato Tapia, que jugó muy bien y lo vi en el propio estadio, me encantó. Me gusta la mediacancha que tiene Perú con Joel Sánchez y Cueva. Los argentinos son ‘troncos’ y hay que esconderles la pelotita. Romero es medio flojito, puede soltar el balón y ahí tiene que haber un delanterito ‘mosca’, como es Ruidíaz, y en el mediocampo también está ‘Orejas’ Flores, que deben ser utilizados porque vienen bien. Guerrero también debe jugar.
Entonces, ¿Gareca debería poner dos puntas?
Como lo que quiera el técnico, con uno o dos, pero no me preguntes por cuál elegiría si es uno solo, eso ya es trabajo del profesor Gareca.
¿Y cómo se le gana a Argentina?
Que no pasen por el departamento médico porque se van a lesionar ahí. Tenemos que apelar al regate y a tener el balón nosotros.
No está Messi, pero ¿cómo marcar a gente tan importante como Di María, Agüero, Higuaín?
Con picardía, una pierna adelante y otra atrás y salirle cuando ellos van a movilizar el balón, porque de lo que se trata es quitar la pelota. Luego hay que entregarla bien al compañero, para así nosotros los peruanos poder burlar a los argentinos en cualquier parte de la cancha. Hay que moverse mucho. Perú siempre juega bien con Argentina y acuérdate que cuando la Albiceleste nos gana, es por poco, no son tan superiores.
¿Los jugadores sienten ansiedad de jugar ante un seleccionado así?
Claro, igualito se siente la ansiedad. La motivación sirve de mucho. En el 69 cuando vivíamos en Ancón, en Puente Piedra, había procesión en la carretera. Tuvimos que parar y nos tuvimos que bajar a que nos abracen y fuimos al Estadio Nacional y le ganamos a Argentina, acordándonos de que para el regreso teníamos que pasar por ahí y no con derrota. Y con gol de Perico León ganamos. Gran pase de Héctor Chumpitaz.
Y gran partido de Chale...
Bueno, no tanto. Mejor fue el de la Bombonera, con los goles de ‘Cachito’ Ramírez. ‘Cachito’ y Oblitas, qué rica argolla. No me hagas hablar mal.
¿Qué pasó con la ‘trolleada’ a Rully?
Ah bueno, la trolleada es la burla ahora pues, ¿no? Rully me pateó el muslo, pero nosotros éramos amigos. Él jugaba por Racing y la ‘U’ jugaba con Racing por Copa Libertadores y amistosos. Habíamos jugado como seis partidos y éramos amigos, nos bañábamos en la misma ducha. Ja, ja, ja. Lo que pasa es que 80 mil personas en el estadio no sabían que éramos amigos. Se querían bajar a pegarme. No se molestó, ahí nomás quedó. Tan sorpresa fue que el entrenador lo cambió. La idea era que Rully se pelee conmigo, pero “qué me voy a pelear con Roberto”, decía él.
¿Es cierto que la Bombonera tiembla?
Verdaderamente. La tribuna es un temblor de 90 minutos, la gente vibra y en eso nos superan a los peruanos, porque al parecer vamos a un partido de tenis, en el tenis escuchas hasta el zumbido de una mosca. Deberíamos los hinchas ser más eufóricos. Quizá los boletos son muy caros y en estos partidos va mucho turista, no es la gente que vamos los sábados y domingos, no nos alcanza la plata. También escuché algunos que querían ver a Messi, nada más, bueno no va a jugar.
Ustedes eran los vivos en ese partido y los peruanos de ahora no lo son, ¿no? Los que son más vivos para jugar son los argentinos...
No, estos peruanos también son vivos, ah, son pendejos. Nosotros ya somos historia. Los peruanos de ahora son más vivos que los del 69. Y ojalá que ganen el partido, eso esperamos todos. No nos gusta escuchar que digan los jugadores de ahora que los viejos no queremos que ganen Perú, porque si no se olvidan de los viejos. De los viejos no se van a olvidar nunca. Llegamos sétimos en el Mundial, de 16. Ahora, hay que cuidarse de las enfermedades porque médicos no hay muy buenos acá. Toda la semana dicen que están bien los 25 concentrados, pero comienza el partido y hay tres con yeso.
A usted le fue bien contra Argentina...
Yo aprendí mucho en Copa Libertadores, que del 66 al 71 enfrenté a River, a Racing, a Independiente, a Rosario, a Estudiantes. Y como son partidos de ida y vuelta, uno aprende. Y en comidas que había en confraternidad, he gozado a J. J. Armando, diciéndonos a los peruanos que pronto tendríamos héroes como para ellos era Marzolini y eso se me quedó grabado, porque cuando jugamos el 69, yo jugaba contra Marzolini, y yo decía: “Oye, yo juego mejor que Marzolini”, entonces me creí y gané. No es soberbia, es ubicarse bien y creérsela.
¿Salió algo nervioso al campo de juego?
Siempre he salido nervioso. El jugador que no tiene nervios, no es jugador. Hay que saber representar una camiseta. Esperaban muchos éxitos y pudimos ir al Mundial, y lo que reclaman nuestros hijos es que quieren ver a la camiseta peruana en un Mundial, y en el tiempo iban solo 16, ahora van 32. Esperamos antes de irnos al cielo o al infierno (risas) ver de nuevo a Perú en un Mundial.
¿Qué más nos puede decir de ese partido en la Bombonera?
Las meadas que le metían a las mujeres peruanas, teníamos a Madeleine Hartog-Bell en la tribuna y a la negrita Roberta, hija de la gran Fetiche, a las que le tiraban orines los argentinos y también ‘damier’. Así que a prepararse muchachas, a hacer pichi en el estadio para tirársela a los argentinos.
¿Por qué Perú dejó de ir a los Mundiales?
Fue una crisis dirigencial que arrastró a los jugadores y ahora tenemos que volver a encontrar a grandes dirigentes, conocedores de todas las artimañas que existen dentro de una conversación de 10 países. Siempre los uruguayos, argentinos y brasileños primaban y ahora ya los otros siete países hemos entrado en la colada.
Pero ahora hay indisciplinas, incluso Advíncula aceptó una...
Valeriano se tomaba cinco baldes de cerveza antes de jugar y se metía dos goles, Terry jugaba casino la noche anterior y después ganaba el clásico. En el año 29, antes del primer Mundial, hubo un Sudamericano en Argentina y se habían emborrachado los jugadores y se seleccionaron a otros, que perdieron los tres partidos del Sudamericano. Entonces, para el Mundial del 30 volvieron los borrachos y jugamos un buen Mundial. Así que la borrachera se pasa.
Aquí parte de la entrevista:
#Eliminatorias: Tercera baja en la selección chilena preocupa a Juan Antonio Pizzi [FOTO] https://t.co/fUJsAwPMFx pic.twitter.com/7ROdIZdHqy— Diario El Bocón (@elbocononline) 4 de octubre de 2016