Jürgen Brümmer, ex gimnasta alemán de 49 años, se suicidó tirándose de un puente luego de asesinar a su hijo de 15 años, quien quedó paralítico en el 2012 tras un accidente de tránsito.
Brümmer, considerado uno de los mejores deportistas de su país en la década de los ochenta, deja viuda y a otro hijo de 16 años. Al parecer, el ex deportista ya no podía hacerse cargo de su hijo lisiado debido a la carga física y psicológica que requería su cuidado, por lo que tomó la fatal decisión.
La policía, tras recibir numerosas llamadas sobre un auto abandonado sobre el viaducto de Kölschtal a de 55 metros de altura, se acercó al lugar y descubrió minutos después el cuerpo sin vida de Jürgen Brümme. Cuando fueron a la casa de éste para informar lo sucedido, descubrieron que Simón, de 15 años, estaba muerto en su cama con signos de haber sido ahogado.