Alianza Lima | Hey, ‘Barbas’. Ya lo sé, hace mucho que ya no te rezo. Pero han sido días complicados, ¿sabes? Perdimos el clásico, nos alejamos de la punta, Carlos A. Mannucci nos empató en Matute. Todo parecía ponerse cuesta arriba, pero te confieso algo: no deje de creer en ti. Yo sabía que tú mirabas hacia abajo e ibas a hacer justicia. Confiaba a ciegas. No nos podías abandonar, menos en este mes, en el mes morado no. Y hoy te doy las gracias, ‘Barbas’. Ganamos, volvemos de Arequipa con los tres puntos y otra vez líderes.
No te voy a mentir, me asustaba mucho jugar allá. Era un estadio donde la suerte casi nunca nos acompaña. Pero para nosotros, para Alianza Lima, el fútbol también es una cuestión de fe, y tenía que creer en mi equipo, en ti, en el triunfo. ¿Viste la hinchada, ‘Barbas’? ¿Cómo nos apoyaban, cómo saltaban? Eran pocos y se hacían sentir. Merecían esta victoria. Ellos y todos los que se aferran a su bandera y cada fin de semana expresan su fe en la popular sur. Teníamos que ganar.
Pero, empezamos mal, ‘Barbas’. Envié cinco defensas, cerré todos los espacios para no recibir más goles, pero no podemos dejar de recibirlos, ‘Pa’. Solo a los 10 minutos, nos hicieron un gran tanto. Prometo corregir eso, fue y es un problema fuerte. Pero no puedes negar que fue bueno: el pase de Arias al área, la visión de Bernardo Cuesta y Amoroso que la metió sin problemas. Luego quisimos emparejar y no nos dejaron, nos durmieron el encuentro. Casi ni hubo intentos ni peligro.
Sabía que luego iba a ser más parejo. Ellos tenían la necesidad de sentenciar y nosotros de mínimo empatar para seguir arriba, peleando. ¿Te cuento algo? Tras la charla, te recé un poco, fue un rezo corto, simple, solo te pedía que sea lo que tú quieras. Ya íbamos perdiendo, pero algo había en el ambiente que no me podía sentir triste. Es más, Cuesta puso el 2-0, pero no sé, creo que ese rezo corto me animó, como si tú quisieras decirme algo.
Vuelta a la gloria
Y fue rápido, ‘Barbas’. Federico Rodríguez descontó rápido de penal, solo minutos después del 2 a 0. Perdón si por un momento dudé, si dejé de confiar en tu obra y gracia. No debí hacerlo. Y ese gol hizo que me dé cuenta de ello. Fue como un mensaje tuyo que decía «si lo puedes ganar». Entonces, mandé más hombres al medio: Rinaldo Cruzado, José Manzaneda, Joazhiño Arroé. Era un todo o nada. Me arriesgué.Pero dio resultado. Ese chico, Kevin Quevedo. Te he pedido muchas veces por él, para que lo guíes, para que no permitas que se pierda o sea mal encaminado. ¿Lo viste? Tiene talento y coraje. No bastó su gol, quería más. Marcó el 2-2, pero siempre buscó más. Y casi al final, armó la contra él, llevó a un defensa y dejó a Arroé solo, y este no falló. Ganamos, se ganó bien, ‘Barbas’. Grité, celebré. Me disculpó si me salió una palabra mala por ahí, es un pecado leve.
Gracias, ‘Barbas’. No dejo de agradecerte, de pensar en todo lo que haces por nosotros. Algo hice, pero esta vez solo fui el intermediario entre tú y el equipo, el resultado, la justicia. Este grupo padeció tanto, que ganar hoy (ayer) nos motiva, nos exige más este año. Fue el último duelo de octubre y el milagro se dio. Y una vez más gracias, ‘Barbas’. Prometo rezarte más estos meses, y espero tú no saques tus ojos de nosotros.