:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/SKZDIB2Y6RHWNFFMKLCHXZHFTY.jpg)
Escribe:Emanuel Espinoza Tamayo
Hace catorce años que su vida es Universitario. Su debut en Primera División fue el lunes, pero hasta ahora Joaquín Aguirre tiembla de emoción. Su madre, Myryan, le besa la pelada, y la ternura del sueño cumplido brilla en los ojos del volante.
"Ha sido uno de los momentos más hermosos de mi vida. Desde los cinco años que juego en Universitario, soy hincha y pude cumplir uno de mis más grandes sueños. Creo que hice un buen partido, no estuve nervioso porque me habían hablado bastante. El profesor Ángel Comizzo me dijo que juegue como sé y los compañeros siempre me apoyaron, por lo que espero seguir teniendo oportunidades", subrayó.
La polifuncionalidad que tiene en el campo de juego es, además de su calidad para jugar, una ventaja.
"Ante San Martín empecé como volante por el extremo y luego pasé a ser marcador. En realidad, me acomodo a cualquier posición o función, pero específicamente hablando del partido del lunes, creo que me fue mejor jugando en la defensa. Tengo contrato con la U hasta diciembre del 2014 y espero tener continuidad", agregó.
Sano y aplicado
Mientras Aguirre hablaba de sus intereses futbolísticos, su madre, doña Myryan, hizo hincapié en lo tranquilo que es el penúltimo de sus cinco hijos.
"Es muy sano, sus cumpleaños no los celebra y con una cena se va a dormir. No tengo que estar cuidándolo mucho, porque siempre está en casa", dice.
"No toma, no va a fiestas y pronto empezará a estudiar Administración", concluyó feliz la progenitora de la nueva esperanza de los merengues.